Con frecuencia los líderes en las organizaciones expresan que su gente no se enfoca en entregar resultados óptimos.
A reserva de elaborar un diagnóstico detallado sobre cada caso, existen algunos elementos que todo jefe de equipo debiera tomar en cuenta para impulsar el logro de los objetivos y metas.
Conciencia sobre la tarea
El líder es la primera persona que debe estar consciente de cuáles son los resultados que espera la organización. Esto permite definir las estrategias, programas y acciones que harán posible el logro del propósito.
A su vez, los colaboradores del equipo de trabajo también deben ser conscientes de qué se requiere, cuánto, cuándo, dónde, cómo se producirá y distribuirá el producto o servicio. En resumen, toda la información necesaria.
Más aún, los trabajadores deben conocer la importancia que tiene lo que hacen y su papel protagónico en las diferentes etapas de la producción.
¿Qué hay para mí?
Es habitual que las empresas y los líderes esperen compromiso y entrega de parte de los colaboradores; sin embargo, rara vez nos preguntamos cuáles son las expectativas de quienes trabajan en los equipos.
A través del diálogo y la comunicación permanente, los líderes de equipo tienen la oportunidad de monitorear qué quiere la gente.
Con la información obtenida, se puede integrar a la estrategia de trabajo un mensaje estratégico que responda a la pregunta que se hace el empleado: ¿qué hay para mí en este proceso?
Deseo por actuar
Cuando el colaborador descubre que en la tarea hay “algo” que le representa un beneficio, comienza a involucrarse con mayor intención.
Al líder le corresponde aprovechar este impulso o deseo al máximo para convertirlo en un flujo continuo de energía que estimula la consecución de los resultados.
Conocimiento y habilidades
No basta con las buenas intenciones de la gente. En realidad, hay que mostrar a los colaboradores cuál es el camino que deberán seguir para cumplir los objetivos.
Esto requerirá de conocimiento, habilidades y herramientas.
El entusiasmo, aunado a las competencias, contribuirán a que los programas de producción y servicios se cumplan en forma y en tiempo.
Reporte y reconocimiento
Cada persona debe ser responsable de resolver y entregar la parte de la tarea que le corresponde. No obstante, en muchas ocasiones se requiere de supervisión y seguimiento.
Enseñar y cultivar la capacidad de autogestión en las personas es esencial para que un programa de trabajo fluya de mejor manera; pero no es lo único por hacer.
Es recomendable proporcionar a los colaboradores los medios e instrucciones para elaborar los reportes. De esta manera se pueden alcanzar, además de los resultados, metas como las cero pérdidas y cero accidentes.